Análisis Friki – Alan Wake 2 se define como si fuera una gran serie de tv o película de cine creando locuras visuales de gran presupuesto para satisfacer nuestra mente en busca entretenimiento y enganchar al espectador provocándole confusión.
Los detalles del mundo y los gráficos son magníficos buscando el foto realismo demostrando que las dotes de Sam Lake para hacer de Director, Director Creativo y guionista principal son excelentes. Aunque algunas veces peca del uso excesivo de luces y reflejos que por lo general componen una atmosfera excelente, nos deja un mal sabor de boca al abusar de iluminaciones provocando raros efectos entre habitaciones, haciendo que una simple lámpara dentro de un televisor proyecte luz sobre objetos fuera de la pantalla.
Por lo general el compromiso de Remedy por crear una experiencia única ha sido de notable pero los bugs venian con el estreno del juego y que me han acompañado por mi paso han ido arrastrado mi frustración mientras avanzaba en la historia.
Alan el protagonista de la primera entrega, lleva 13 años atrapado en la oscuridad, intentando volver a la realidad con todos los medios del que dispone. La historia de Alan Wake 2, navega por bellos efectos visuales, impresionantes interpretaciones y confusas escenas que, sin duda, se convertirán en el principal tema de conversación del juego durante el resto de su legado.
Aquí es donde Alan Wake 2 consigue su identidad
La forma en que transcurre esta aventura es diferente a lo que solemos estar acostumbrados, personalmente me hubiese gustado un poco más de libertad o interactividad durante las muchas conversas y monólogos internos, pero que de alguna manera me atraparon en el hilo durante toda la historia del juego
La investigación es la nueva protagonista de esta entrega, junto con el misterioso personaje que nos guía en este desenlace, la agente especial Saga. Saga posee una especie de super instinto policiaco que a veces resulta poco satisfactorio como jugador a la hora de resolver los problemas llegando a datos imposibles de obtener. La forma resolutiva que tiene Alan o Saga para avanzar ante un camino cerrado, los esfuerzos interactivos de construir pruebas o cambiar el resultado del escenario me resultaban un poco decepcionantes, ya que eran demasiado lineales.
El combate tiene un estilo más definido
Iluminar a los enemigos con una linterna y llenarlos de balas parece más satisfactorio que en el juego de 2010, usar la linterna para debilitar a los enemigos y acto seguido llenarlos de plomo con la escopeta se siente satisfactorio, tanto que me dieron ganas de más. Pero hay muy pocos momento en los que debas luchar con un gran número de enemigos, es más la munición es escasa y esquivar es tu aliado, lo que significa que no se fomenta el combate, quieres disparar, pero no debes. Por suerte para algunos, el penúltimo enfrentamiento te ofrece exactamente esto, munición y enemigos, que sirve como homenaje al juego original y para quitar la espinilla del combate.
No es un juego para todo el mundo
La narrativa no es del todo ligera pero es adictiva, sobre todo me enganchó la historia de Saga y el misterio que rodea a su familia que en lo personal es lo más interesante. Pero por lo general, la exploración y el hecho de tener que evitar el combate es donde se me hizo cuesta arriba. Estaba ansioso por ver la siguiente escena, pero la jugabilidad a menudo se me atragantaba.
Hay un doble giro argumental hacia el final que es una grata sorpresa, las secuencias de acción en vivo de todo el juego, están implementados con gran precisión. Los fans de Remedy de toda la vida y los que quieran ver qué pasa después con Alan Wake, la secuela es un éxito.
NOTA
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